Perspectivas de valorización de biomasa derivada de la producción de rosa en el corredor florícola mexiquense desde un enfoque de vinculación con universidades.

La floricultura protegida se cataloga como una actividad de alto impacto para la región centro de México; específicamente para el corredor florícola del Estado de México, catalogado como el principal pasillo productor de rosas a nivel nacional, debido a las mil veintiocho hectáreas destinadas a la producción florícola bajo invernadero. La producción de rosa ha incentivado rápidamente la creación de múltiples empresas familiares y pequeñas, que generan una marcada desvalorización de los residuos orgánicos derivados de su actividad. Resaltando que, para este sector, la biomasa no tiene un uso adecuado, tratándola bajo malas prácticas y una inadecuada disposición final. Hábitos que han contribuido a la variación de microclimas y aumento de la temperatura del corredor. En este sentido, la investigación reconoce la importancia de la universidad, como un actor encargado de la generación y renovación de conocimiento de los nuevos sistemas de producción, basados en el saber. Así como difundir las perspectivas de los rosicultores respecto a la vinculación con las universidades, como una alternativa para el desarrollo de nuevas tecnologías fundamentadas en la valorización de los residuos rosícolas.