Compilación de una tradición lírica: el nocturno

Escribir una justificación para otro libro de poemas sugiere más preguntas que respuestas; de antemano, ¿para qué otro libro de poemas?, luego, ¿qué puede ofrecer si es de poetas del siglo pasa- do y antepasado —como si no existieran ya muchos títulos—? y, finalmente, ¿al día de hoy, es un producto editorial rentable? Este enmarañado de interrogantes y probablemente otras tantas soca- van la apuesta por Nocturnos 1873-1946 y, por ende, es necesario atenderlas. Me gustaría comenzar informando que no existe, al menos en habla hispana, una compilación de nocturnos. Aunque parece una necedad reimprimir la lírica de autores consagrados en el canon;1 estos autores desarrollaron una forma poética que ha pasado casi desapercibida en la lírica y su estudio. Sólo los nocturnos más co- nocidos (de Manuel Acuña y José Asunción Silva) sirven de refe- rentes y, ahora, poetas en plena actividad artística desarrollan sus propios especímenes Kenia Cano, Adolfo Castañón, Juan Manz y Estrella del Valle. El problema inicial con el estudio del nocturno consiste en la dis- persión de los poemas en distintas publicaciones —salvo el caso de Xavier Villaurrutia y Elías Nandino—; por consiguiente, la falta de investigaciones y perspectivas de análisis en gran medida surge por- que no existe una obra que los reúna en su totalidad. Creo que esta dispersión ha limitado el reconocimiento académico de este objeto de estudio como un subgénero poético o una composición lírica. Esta herencia poética no fue estudiada hasta 1993, con la aproxi- mación de Phylis Rodríguez-Peralta y, posteriormente, Lili Litvak (2006), Donají Cuellar Escamilla (2012) y, finalmente el compilador de esta publicación en 2020. Si bien son pocos los análisis en torno al nocturno, las únicas cuatro investigaciones existentes indican la fundación de una tradición literaria que surge en el modernismo a partir de un género musical romántico. En mi tesis de licenciatura (Pedrozo 2020) amplié el corpus a los poetas vanguardistas y tras un análisis de los poemas observé que este fenómeno es un subgénero lírico poco atendido por la academia mas no así por sus creadores.