Prisión preventiva en el tráfico y comercio ilegal de especies de fauna en peligro de extinción, análisis propositivo

El tráfico ilegal de especies en peligro de extinción es un problema que se presenta a nivel mundial, y México no es la excepción, sobre todo al ser considerado un país mega diverso, con especies altamente solicitadas en el mercado internacional. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) este mercado negro “es uno de los negocios ilegales más redituables en el mundo, después del contrabando de drogas y el de armas, con ganancias que se estiman hasta en 100,000 millones de dólares (mdd) anuales”.1 El tráfico ilegal de especies en peligro de extinción deja una huella importante en los ecosistemas y su biodiversidad. Se puede observar esto en la disminución de especies de cada ecosistema a causa de que son altamente demandadas en el comercio clandestino y que además esta situación implica otros problemas como la delincuencia organizada misma que pone en riesgo la seguridad de la Nación y junto al tráfico y comercio ilegal de vida silvestre se asocian otras actividades ilícitas, que cambian completamente un estado de derecho. Esta problemática además de solo considerarlo un problema ambiental, también es un problema de salud, ya que al trasportar a las especies de vida silvestre se generan un sinfín de enfermedades e infecciones, se pueden apreciar problemas económicos debilitando a gobiernos y desgraciadamente por solo apreciarse como un problema ambiental, los métodos para combatirlo han tenido resultados insuficientes.2. El tráfico ilegal de vida silvestre por ser un delito de bajo riesgo, ha aumentado en los últimos años, ya que es un negocio atractivo con pocos riesgos y los intentos por detener esta actividad ilícita por parte del gobierno, resultan fracasados, aparte de que por realizar esta actividad se ven grandes ganancias y las personas que se dedican a la realización de dicha actividad se llegan a organizar para que cada quien realice la actividad específica y en conjunto forman una cadena de delincuencia organizada. Esta especialización o división de trabajo comprende la extracción de los ejemplares de especies en peligro de extinción de su medio natural, el acopio, transporte y distribución de los mismos, y finalmente la venta. En México algunas especies de fauna son demandadas como es el caso del borrego cimarrón, los loros, las guacamayas, los reptiles y los felinos. De acuerdo a Joel González Moreno, director general de Inspección y Vigilancia de Vida Silvestre, Recurso Marinos y Ecosistemas Costeros de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) “las especies mexicanas que alcanzan un mayor precio son el jaguar, mismo que se puede vender entre 40 mil y 70 mil pesos; el águila real que puede llegar a costar 50 mil pesos; la guacamaya roja que puede valer hasta 40 mil pesos; el puma que puede alcanzar un valor de 30 mil pesos; y el loro cabeza amarilla que puede llegar a los 20 mil pesos”.3 El tráfico y el comercio ilegal son conceptos diferentes, ya que cuando se refiere al tráfico nos encontramos con la extracción, acopio, transporte, comercialización y posesión de especies de flora y/o fauna silvestre, mediante la captura, caza y colecta, en contravención de las leyes y tratados nacionales e internacionales, mientras que el comercio se refiere a la compra y venta de flora y fauna de vida silvestre. Esta conducta ilícita genera un grande problema en los ecosistemas de todo el mundo puesto que se llega incluso a la extinción de especies.4 La presente investigación busca proporcionarle al lector un panorama general del tráfico y comercio ilegal de especies de fauna vida silvestre y compartir las propuestas consideradas pertinentes en materia de prisión preventiva oficiosa para este delito.