dc.description | Actualmente, el desarrollo de las plantas aromáticas y medicinales se encuentra en pleno auge, gracias a sus numerosas propiedades y principios activos que les confieren a estas especies, permitiendo sus usos constantes en las industrias alimentarias, cosmética y farmacéutica (Abogmaza et al., 2020). Se estima que 80% de la población mundial depende de remedios herbolarios tradicionales, lo que representa para muchos países fuentes de primeros auxilios para el cuidado y prevención de enfermedades, así como costumbres culinarias para la población (Dehelean et al., 2021; Moharram et al., 2021).
En este orden, los estudios de mercado han demostrado el impacto de la producción orgánica de estas especies dentro del sector agrícola, pues existen tendencias al incremento de los productos derivados de las aromáticas (Niazian et al., 2019; Saha and Basak, 2020). De acuerdo con Zengin et al. (2018), de los 252 medicamentos básicos y esenciales considerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 11% son exclusivamente de origen de las hierbas aromáticas, importancia que le conceden a estas dentro de sector agrícola.
En México el uso de plantas medicinales y aromáticas constituyen el 8% de los productos orgánicos, y con tendencia aumentar en el comercio a nivel nacional e internacional se destaca la producción orgánica de albahaca (Ocimum basilicum L.) y estragón (Artemisia drancunculus L.) (Chiquito-Contreras et al., 2019; Tamayo-Aguilar et al., 2021).
Por otra parte, se reporta incrementos en superficie, producción y comercio mundial de hortalizas, tanto en volumen como en valor, debido al aumento del consumo per cápita de algunas especies como es la lechuga (Lactuca sativa L.), siendo esta una de las principales hortalizas de hoja de mayor consumo que se cultivan en México durante todo el año. Debido a la gran diversidad ecológica, climática y de suelos, características que favorecen el incremento de 2.5% de la superficie cosechada en especies hortícolas y de sus exportaciones con un valor de producción de 13.1% (Lara-Izaguirre et al., 2019; Trujillo Murillo et al., 2020; Bhatta, 2022).
Por otro lado, ante el aumento del calentamiento global y la actual crisis medioambiental asociada con el incremento de los precios de los insumos químicos que según (Chávez-Díaz et al., 2020) aumentó 27.1% en América Latina y el Caribe en los últimos años. Es considerado dos millones de agricultores orgánicos aproximadamente, alrededor del 80% de ellos en países en desarrollo (Varia et al., 2021). Se hace necesario desarrollar estrategias de manejo de la fertilidad del suelo sostenibles y asequibles que se centren en sistemas de cultivo de bajos insumos, lo cual es crucial para lograr la sostenibilidad agrícola y la seguridad alimentaria mundial; unas de las estrategias está vinculada a la sustitución de la fertilización mineral por la utilización de inoculantes microbianos (Bhatta, 2022). | es_MX |