Cómo volvernos irrompibles: el cuidado de la salud ósea
En el año 2000, antes del boom de las sagas de Marvel y DC, el director M. Night Shyamalan llevó a la pantalla grande la película Unbreakable (irrompible), que por razones desconocidas e incomprensibles fue intitulada en México como El protegido. Finalmente, dada su excelente recepción, se convirtió en una trilogía, en parte gracias a que fue innovadora en su momento, pues la trama gira en torno de los cómics y los superhéroes. Esta cinta nos muestra a un hombre (Samuel L. Jackson: Pulp fiction, Star Wars, Shaft) que padece fragilidad ósea –osteogénesis imperfecta o, en términos simples, “huesos de cristal”–. Ser lector de comics, lo hace obsesionarse con encontrar a alguien que fuese como un personaje de historietas, que pudiera tener los huesos muy fuertes y soportar todo tipo de golpes, caídas y lesiones, es decir: un opuesto a él. Un día, tras oír sobre un accidente de tren en el que sólo una persona sobrevive sin ningún rasguño (ése es Bruce Willis: Duro de matar, Armageddon, El último boy scout), decide dar con el paradero de ese sujeto, pues a su parecer se trata de un superhéroe en el mundo real. El motor de esta búsqueda es la condición de salud del protagonista; él mismo se hace llamar “el hombre de cristal”, y desde niño ha sufrido todo tipo de lesiones. El simple hecho de caminar, correr o jugar se convertía en un riesgo de rupturas de cadera, manos y cualquier parte que tenga que ver con los huesos.
Tipo de documento: Artículo
Formato: Microsoft Word XML
Audiencia: Público en general
Idioma: Español
Área de conocimiento: BIOLOGÍA Y QUÍMICA
Campo disciplinar: CIENCIAS DE LA VIDA
Nivel de acceso: Acceso Abierto
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