| dc.description | En este trabajo se analizan los componentes de un movimiento social que tuvo lugar en el estado de Morelos. En él podemos observar todas las complicaciones a las que se enfrentan los ciudadanos, las empresas que pretenden llevar a cabo proyectos de infraestructura que van a modificar o afectar el medio ambiente de los primeros, y las instituciones del Estado. Partimos de la premisa de que generalmente se omite la participación de la población en la planeación, construcción y ejecución de este tipo de proyectos, en franca violación a sus Derechos Humanos. Esta falta constituye un problema, pues todos los actores interesados utilizan recursos ambientales para la consecución del fin que persiguen, aunque a veces desemboquen en resultados no favorables para todas las partes.
Derivado de dicha problemática, es que se pretende encontrar a través de la investigación un camino que pueda servir de una vía de diálogo tanto para la ciudadanía afectada como para las empresas que proponen un proyecto, y el gobierno que es el encargado de mediar entre las partes. Es por ello que a lo largo de las páginas de este trabajo se desmenuzan los movimientos sociales, tanto práctica como teóricamente, y se establece el vínculo de éstos con la violación a los derechos a un medio ambiente sano, de acceso a la información, a la participación ciudadana y a la Justicia, y cómo estos derechos a su vez se han visto minimizados por una falsa concepción de desarrollo económico.
La hipótesis de la que se parte es que los movimientos sociales podrían encontrar un canal de comunicación, tanto con autoridades como con empresas privadas, si se creara un mecanismo como la Evaluación de Impacto Social (EIS), esta vez aplicada a la materia ambiental. Esta innovación serviría para evitar que los movimientos sociales se tornen violentos y se pierdan recursos en luchas encarnizadas entre partes que pueden establecer un diálogo desde el inicio de un proyecto.
El objetivo general de esta investigación es saber si la Evaluación de Impacto Social puede servir como un instrumento adicional a la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). Se busca, en otras palabras, que conocer el impacto social venga a cerrar la pinza de la protección tanto del medio ambiente como de los Derechos Humanos de las personas que habitan un territorio en el que se pretende construir un proyecto de infraestructura. De esta manera, entre los objetivos específicos que
nos servirán para entender mejor la problemática y la solución que se propone están: entender los movimientos sociales y sus causas, y conocer cómo éstas se asocian a afectaciones del medio ambiente de las comunidades, por omisiones tanto de las autoridades como de las empresas promotoras de un proyecto. | es_MX |
