dc.description | Las selvas bajas caducifolias por sí solas son ecosistemas de gran importancia ecológica, el
territorio ocupado originalmente en México por las selvas bajas iba entre 8 y 14 % de la superficie del país (Trejo y Dirzo, 2000), estas selvas aportan el 40% de especies vegetales endémicas de México (Rzedowski, 1991), es el tipo de vegetación que da hogar a familias de importancia antropogénica y ecológica en el país como Fabaceae, Poaceae y Asteraceae (Arias, Dorado, y Maldonado, 2002).
Las selvas bajas son ambientes estacionales por naturaleza, regidos por la disponibilidad del agua a lo largo del año, lo que genera una gran heterogeneidad espacial y gran diversidad (CONANP, 2005).
Dicha estacionalidad genera un paisaje ripario muy particular, presentando ríos perennes, que presentan agua en toda la época del año variando considerablemente su caudal, la fuente de agua puede ser manantiales, ríos subterráneos o fuentes superficiales. Sin embargo, también son comunes los ríos intermitentes y efímeros, que llevan agua solamente en época de lluvias. Además es muy común que los ríos perennes en estos ambientes estacionales tengan tramos con flujos perennes y otros tramos con flujos intermitentes (Reyes Amaya, 2018; Stromberg et al., 2005).
Estos ríos están inmersos en un ecosistema ripario que funciona como un corredor de protección y establecimiento de diversos seres vivíos (Ceballos et al., 2010) la vegetación dentro de dichos corredores en ocasiones conformada por especies que pueden o no encontrarse dentro de la selva baja caducifolia, son influenciados por el agua y los nutrientes cercanos a ellas y ocasiona que los individuos de estos corredores sean de mayor tamaño y más frondosos que los encontrados en el interior de la selva aun cuando sean de la misma especie (De León-Ibarra y Valenzuela G., 2005).
Los ecosistemas riparios son de importancia fundamental porque en ellos se llevan a cabo una gran cantidad de procesos físicos, abióticos y bióticos (Nilsson y Svedmark, 2002) que proporcionan recursos importantes al resto de la selva. La vegetación de las zonas riparias en estos ambientes, se puede ver influenciada por características de los flujos de agua superficial: la estacionalidad o temporalidad de los flujos altos y bajos, la magnitud, la frecuencia y la duración con la que ocurren ciertos eventos, como también, por los flujos de aguas subterráneas, las descargas de los manantiales (Stromberg et al., 2009) y por los procesos relacionados a las zonas de mezcla de agua superficial y subterránea, o zonas hiporreicas. Así como, por características físicas y geomorfológicas del terreno: tipos de suelo, estructura geológica, pendientes, extensión de las zonas de inundación entre otras (Stromberg et al., 2009).
Así mismo, las alteraciones y variabilidad de los flujos de agua de un río pueden afectar los patrones temporales de la dispersión de semillas, la composición de especies, y el reclutamiento potencial de plántulas (Esper-Reyes et al., 2018; Greet, Cousens, y Webb, 2012), el mantenimiento de la estructura y la composición de la comunidad de la vegetación riparia (Esper-Reyes et al., 2018; Greet, Angus Webb, y Cousens, 2011), y la integridad general del ecosistema (Poff et al., 1997). | es_MX |