Utopía/distopía: democracia estadounidense

El “sueño americano” se ha constituido como el motor que impulsa la utopía democrática de la nación estadounidense, pero existen contradicciones internas que impiden y obstaculizan la plena realización de esta utopía que, entre avances y retrocesos, va sorteando el Estado. Son contradicciones como, por ejemplo, las múltiples desigualdades en los ámbitos económico, político, social y cultural, entre las que destacan el racismo, las desigualdades de género, las multirraciales y las de identidades sexuales no binarias, y, en el plano económico, el capitalismo neoliberal, que muestra su siniestro rostro en el abismo que separa al uno por ciento de los multimillonarios estadounidenses del resto de la población. En la presente reflexión se analiza el proceso histórico que, en la reciente coyuntura electoral de 2020 en Estados Unidos, en la que el proyecto utópico de la democracia estadounidense vivió una crisis, del andar utópico de la democracia y el feminismo finalmente hicieron posible que Kamala Harris, una mujer de color, haya ascendido a uno de los puestos de liderazgo más altos del país, posición que ninguna otra mujer en la historia política estadounidense ha ocupado.