Evaluación de la metacognición implícita y su relación con el entorno material y social en personas con Trastorno del Espectro Autista

Resumen El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición neuro atípica cuyas afectaciones se observan en el lenguaje, en la capacidad de relacionarse con los otros, y en los procesos cognitivos y ejecutivos. Estudios han revelado que una atención adecuada podría mejorar significativamente los campos donde hay dificultades, en este sentido, comprender qué elementos a nivel cognitivo, conductual o ecológico participan en la estructuración de su conducta, aportaría información para realizar intervenciones específicas y adecuadas a las necesidades que expone esta condición. De acuerdo con este panorama, la metacognición es uno de los procesos poco estudiados dentro del TEA y se define como el monitoreo, la supervisión, la regulación y el control de las conductas y cogniciones para realizar una actividad. En este estudio se realizó una evaluación del desempeño de los procesos metacognitivos de supervisión, autorregulación y monitoreo en una muestra de siete participantes con TEA con un compromiso leve a moderado de la condición, también se analizaron factores ecológicos como las características del entorno y las relaciones interpersonales a los que están expuestos y que podrían influir en dichos procesos. Se encontró que los procesos metacognitivos son deficientes en comparación a los resultados en personas neurotípicas, por otra parte, se observó que las características del entorno se asocian negativamente con los procesos metacognitivos, probablemente debido a la manera en cómo los métodos de intervención sugieren que se estructure de forma predecible el entorno para las personas con TEA; sin embargo, en el ámbito social se encontró una asociación positiva de ésta en los procesos metacognitivos, probablemente porque plantea un panorama más diverso en estímulos y exigencias a la persona ocasionando una mayor respuesta cognitiva y en consecuencia metacognitiva para adaptarse.

Abstract Autism Spectrum Disorder (ASD) is a neuro-atypical condition whose effects are observed in language, in the ability to interact with others, and in cognitive and executive processes. Studies have revealed that adequate care could significantly improve the fields where difficulties are observed, in this sense, understanding that elements at cognitive, behavioral or ecological level participating in the structuring of their behavior, it would provide information to carry out specific and appropriate interventions to the needs by this condition. According to this panorama, metacognition is one of the less studied processes in ASD, and is defined as the monitoring, supervision, regulation and control of behaviors and cognitions to perform any activity. In this study, an evaluation of the performance of the metacognitive processes of supervision, self-regulation and monitoring was carried out in a sample of seven participants with ASD diagnosed with mild to moderate compromise of the condition, ecological factors such as the characteristics of the environment and the interpersonal relationships to which they are exposed that could influence these processes were analyzed as well. Metacognitive processes were found to be deficient compared to the outcomes in neurotypical people, on the other hand, it was observed that the characteristics of the environment are negatively associated with metacognitive processes, likely due to the way in which intervention methods suggest that the environment be structured in a predictable way for people with ASD; on the other hand, in the social sphere a positive association of this was found with metacognitive processes, likely because it poses a more diverse panorama in stimuli and demands to the person causing a greater cognitive response and consequently metacognitive to adapt.